Hoy es Navidad. Paramhansa Yogananda sugirió que sus estudiantes celebren el nacimiento de Jesús con una “Navidad espiritual”, así como con la más común “Navidad social”. La Navidad espiritual es un día de profunda meditación durante el cual intentamos atraer la presencia y las bendiciones de Jesús y lograr el nacimiento de la conciencia de Cristo en nuestro interior. Este año, por primera vez en décadas debido a la pandemia, no meditamos en ninguno de nuestros templos. Más bien, Devi y yo dirigimos nuestra meditación de ocho horas desde el apartamento de Swami Kriyananda en Ananda Village, y la transmitimos por todo el mundo a través de la magia de Internet. Para mí, fue un regreso conmovedor a mis raíces espirituales.
Mi primera meditación de todo el día fue en el apartamento de Swami Kriyananda en 1967. La ubicación era diferente, San Francisco en ese caso, pero las vibraciones eran asombrosamente similares. La noche anterior, había recibido mi primera iniciación en Kriya allí, que era el único “templo” de Ananda en esos primeros días. Fue una iniciación especial, que se llevó a cabo para que la docena de estudiantes pudieran practicar Kriya al día siguiente como un medio para contactar con el Cristo interior.
La vida de Jesús debe verse como históricamente verdadera y espiritualmente simbólica. La verdadera estrella seguida por los Reyes Magos no brillaba en los cielos, sino en la frente del ojo espiritual. Cada uno de nosotros necesita convertirse en un cuarto sabio siguiendo la luz de la estrella interior hasta que nos lleve a la conciencia de Cristo.
Las enseñanzas de Jesús se pueden resumir en una sola palabra: amor. Nosotros no necesitamos complicarlas. El no lo hizo. El rompió con todas las confusiones de la mente mundana en su respuesta a un sacerdote / abogado que trató de enredarlo en citar erróneamente las complejas leyes de la época.
A la pregunta: “¿Cuál es el gran mandamiento de la ley?” Jesús respondió simplemente. “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón ,con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas ”.
Una de las misiones de Jesús fue reemplazar el amor de la ley por la ley del amor. Ama a Dios. Ama a tu prójimo. Ama a todos. Y en ese gran e ilimitado amor, el reino de los cielos será nuestro.
Feliz Navidad.
Nayaswami Jyotish
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