9 de Diciembre de 2022

Durante una charla reciente en Bangalore, India, dije que la mayoría de las personas están “descontentas hasta cierto punto”. A Devi le gustó tanto la frase pegadiza que incluso sugirió irónicamente que deberíamos imprimirla en las camisetas. Personalmente, creo que es ir demasiado lejos, pero es un buen tema para un blog.

Hablando poéticamente, Dios canta el universo a la existencia cantando AUM, la vibración de la dualidad. Una de estas dualidades son los gustos y disgustos. Como dijo Sri Yukteswar: “La mera existencia de un cuerpo físico significa que su existencia es posible gracias a los deseos insatisfechos”. Hablando poéticamente, el descontento es el pegamento que mantiene unida la creación.

Uno de los caminos más rápidos (y felices) hacia la autorrealización es simplemente aceptar las cosas como son. Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a alejar las cosas del mundo que no se ajustan a nuestro paquete particular de gustos y disgustos. Querer que las cosas sean diferentes de lo que son nos drena nuestra energía.

Swami Kriyananda habla de una interesante revelación a este respecto. Este incidente tuvo lugar cuando vivía en San Francisco. Su horario era intenso, con clases en diferentes lugares todas las noches, así como escritura, correspondencia y asesoramiento necesarios durante el día.

Una tarde estaba programado para dar una clase sobre “Energía y Energización” en Palo Alto, California. Se detuvo en la casa de sus padres, que estaba cerca del salón de clases. Su madre lo miró y dijo: “Pareces exhausto. Sólo tienes que cancelar la clase de esta noche. Sabía que eso no era posible, pero se comprometió a descansar.

En lugar de quedarse dormido, comenzó a pensar en todas las obligaciones que estaban minando su fuerza. Se dio cuenta de que el problema no era el trabajo en sí mismo, sino la energía drenada por su resistencia mental. Visualizó una por una cada obligación: las clases y el tiempo de viaje, la correspondencia, la escritura, las muchas personas que pedían su guía. A medida que cada uno se levantaba, lo aceptaba profundamente. Mientras lo hacía, su energía volvió a fluir. Cuando salió del dormitorio, su madre comentó: “¡Oh, te ves mucho mejor! Debes haber tenido una buena siesta.

Yo estaba trabajando con él en ese momento como su asistente, y me contó la experiencia al día siguiente. Concluyó la historia con un brillo en los ojos y el comentario: “Fue la mejor clase sobre energía que he dado”.

Esta no es sólo una historia interesante, sino una lección de vida. ¿Quién de nosotros no se ha sentido resentido por nuestras responsabilidades? Y, ¿quién de nosotros no se ha sentido agotado por la resistencia interior? Esta misma mañana en meditación estaba haciendo lo que Swamiji hizo esa noche hace tantos años. Estaba aceptando profundamente lo que Dios me ha dado para hacer. Y, como Swamiji, salí de nuestra sala de meditación con mucha más energía y entusiasmo.

Usemos esta santa temporada de adviento como una oportunidad para desarrollar nuevas cualidades y revitalizar nuestra vida espiritual. La semana pasada, Devi escribió: “Te invito a unirte a mí en este desafío por el resto de 2022: sentir el amor de Dios fluyendo a través de ti en cada momento del día. Este es el mejor regalo que le puedes dar al mundo. ¿Y quien sabe? Dios puede venir en forma oculta para recibirlo”.

Esta semana te invito a agregar este reto. Desde ahora hasta el final del año, practica esto:
“De buena gana aceptaré todo lo que se me dé como mío para hacer”.

Si hacemos esto, estaremos “más contentos en gran medida”.

en alegría,

Nayaswami Jyotish