22 de Julio de 2022
Dos monjes viajeros se encontraron con un arroyo crecido y agitado debido a las recientes lluvias. Una mujer en apuros preguntó si podían ayudarla. “Debo cruzar el arroyo para ir con mi familia”, dijo, “pero tengo miedo de meterme en aguas tan turbulentas”.
Uno de los monjes la recogió, la llevó a salvo al otro lado y la dejó. Los dos compañeros continuaron su viaje. Después de varias millas, el segundo monje dijo: “No puedo creer que hayas hecho eso, sabiendo que va en contra de las reglas de nuestra orden mirar a una mujer, y mucho menos tocarla”.
El primer monje sonrió y respondió: “Hermano, hermano, la dejé al otro lado del arroyo hace una hora, pero la has estado cargando durante todas estas millas”.
Muchos de nosotros sufrimos del síndrome del segundo monje: mantenemos un diálogo mental negativo sobre algo que deberíamos haber establecido hace mucho tiempo. Podría ser el recuerdo de alguna herida de hace mucho tiempo o un momento en que nos sentimos traicionados. O podría ser algo más reciente, una discusión o una preocupación persistente. Cualquiera que sea la causa raíz del bucle mental negativo, crea infelicidad.
Pero, ¿cómo podemos establecerlo? Aquí hay una frase corta, una especie de mantra moderno, que ayudará:
Déjalo ir.
Cada vez que descubras a tu mente atrapada en el bucle negativo, repite mentalmente: “Déjalo ir, déjalo ir. Después de un tiempo, dos semanas según los neurocientíficos, habrás creado una nueva vía neuronal. Ahora, cuando algo desencadena tu patrón negativo, puedes elegir dejarlo ir.
Paramhansa Yogananda llamó a estas vías neuronales “surcos cerebrales”. Explicó: “La atención es la aguja que forma los surcos de los buenos o malos hábitos mentales. Es mediante la atención profunda a una buena o mala experiencia que se forma un mal o buen hábito en el cerebro”. En otro momento dijo: “Las malas tendencias kármicas no se pueden superar concentrándose en ellas, sino desarrollando sus buenas tendencias opuestas”.
Esta técnica, de reemplazar los pensamientos negativos por otros positivos, funciona en casi todas las circunstancias de la vida diaria. Para los devotos, sin embargo, su verdadero poder viene en la meditación. Si encuentras pensamientos inquietos o preocupaciones que interrumpen tu concentración, repite inmediatamente tu mantra moderno, “Déjalo ir. Hazlo con poder: Cuanto más profunda sea tu intención, más rápido verás los resultados.
Detener los patrones negativos es solo la mitad de la batalla, también necesitamos crear un flujo positivo. Para esto, una segunda frase es útil. Sugiero “Soy libre”. Podemos pensar en ello de esta manera: podemos usar “Déjalo ir” para detener el tren de pensamiento no deseado y poner nuestros engranajes mentales en neutral. Ahora podemos avanzar repitiendo: “Soy libre. Deja que esta frase continúe hasta que llene tus pensamientos y sientas un profundo sentimiento de no apego que se extiende en tu conciencia.
Paramhansa termina su magnífico poema, “Samadhi”, con estas palabras:
Yo mismo, en todo, entro en mi Gran Ser. Se han ido para siempre, las sombras oscilantes, intermitentes, de la memoria mortal. Inmaculado es mi cielo mental, debajo, delante y por encima. La Eternidad y Yo, un mismo rayo. Una minúscula burbuja de risa, Yo Me he vuelto el Mar de la Alegría Misma.
Con una burbuja de risa,
Nayaswami Jyotish
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