29 de Abril de 2022

Entrecerrar los ojos es una técnica invaluable utilizada por los artistas, y algo que también podemos aplicar en nuestras propias vidas. Para los artistas, es fácil de hacer: periódicamente miras tu trabajo con los ojos parcialmente cerrados. Esto es lo que un excelente artista, Robert Genn, tiene que decir sobre el tema:

“Mirar el trabajo con los ojos entrecerrados tiene varios beneficios. En pocas palabras, entrecerrar los ojos toma nota de las áreas débiles. Entrecerrar los ojos te dice lo que está
equivocado y lo que está mal. Entrecerrar los ojos te permite saber dónde se puede agregar oscuridad o claridad. Además, al juntar los párpados, ves al sujeto más o menos reducido a blanco y negro. Cuando el trabajo se ve sin el beneficio del color, las decisiones se pueden tomar más fácilmente. Parece que en la visión estándar de trabajo de caballete, “no puedes ver el bosque por los árboles”.

¿No es ese uno de los errores comunes que cometemos en la vida, enfocarnos en los árboles en lugar del bosque?

Si aplicamos la técnica de entrecerrar los ojos a nuestras vidas, nos ayudará a extraernos de todos los detalles y ver nuestros principales patrones de energía.
Hacer esto como un hábito regular puede ayudar a mantener nuestras vidas en curso.

Incluso la posición de los ojos es significativa. Esto es lo que Paramhansa Yogananda escribe sobre el gran yogui, Lahiri Mahasaya: “Su intensa alegría por la comunión con Dios se revela levemente en una sonrisa un tanto enigmática. Sus ojos, medio abiertos para denotar una dirección nominal en el mundo exterior, también están medio cerrados. Completamente ajeno a los pobres atractivos de la tierra, estaba completamente despierto en todo momento a los problemas espirituales de los buscadores que se acercaban por su generosidad”.

¿Cómo podemos traducir la bizquera física de un artista en la bizquera mental y espiritual que sería tan útil en la vida?

Lo que se necesita sobre todo es dejar de involucrarse en los innumerables detalles y problemas de la vida diaria. Otra forma de describir un estrabismo
espiritual sería mirar el lienzo de la vida a través de una mente que está medio involucrada y medio desapegada. Ve las metas más amplias de tu encarnación: ¿Están mal enfocadas o
dejadas de lado? Cuando nuestras mentes están demasiado involucradas en los problemas o demasiado enfocadas en los pobres señuelos de la tierra; no podemos ver el panorama
general.

El mejor momento para un estrabismo espiritual es hacia el final de una meditación, cuando nuestras mentes y corazones ya están un poco retraídos. Relaja tu mirada hacia el punto entre las cejas y dedica unos minutos a considerar los patrones generales de tu vida.

¿Se alinean con tus aspiraciones o has permitido que tu alma quede atrapada en una telaraña de pequeñas esperanzas, sueños y preocupaciones?

Una vez que percibas las áreas débiles y lo que está equivocado o mal es hora de ponerse a trabajar. Pinta sobre aquellas partes que deben eliminarse y comienza a agregar más luz y color a aquellas partes que te brindarán verdadera alegría.

Swami Kriyananda dijo: “Todos somos obras en progreso. Dios aún no ha terminado con nosotros”.

Con un entrecerrar los ojos y una media sonrisa,

Nayaswami Jyotish