Abstemio, antipatía, crítico, menguante, extracto, horrendo, vasto, hereditario, excelente, accidentado, asesino, solitario, salto y chiflado. ¿Qué tiene en común esta extraña colección de palabras? Estas y otras dos mil palabras fueron utilizadas por primera vez por William Shakespeare en sus cuarenta obras escritas entre 1590 y 1614.
Debo explicar que ahora estoy leyendo un libro maravilloso que me dio Swami Kriyananda: Shakespeare, de Bill Bryson. Bryson explica que la mayoría de los tramas y personajes de Shakespeare no eran originales, sino que se tomaron prestados de fuentes más antiguas. Su genialidad radicaba en tomarlos y dotarlos de grandeza mediante el uso del lenguaje.
Más que simplemente introducir nuevas palabras, Shakespeare también fue un creador de frases. Un solo golpe, desvanecerse en el aire, bolsa y equipaje, jugar rápido y suelto, ir por el camino de la primavera, la leche de la bondad humana, carne y sangre, juego sucio, torre de fuerza, pompa y circunstancia, conclusión inevitable: Todos estos y cientos de otros, son su creación.
Shakespeare mostró el potencial del inglés como una forma de comunicación fluida y creativa que puede adaptarse a las necesidades del momento. Por lo tanto, se ha convertido en la lengua franca del mundo y constantemente se agregan nuevas palabras para expresar nuestra cultura global en constante evolución.
En este sentido, comencé a considerar que Paramhansa Yogananda también introdujo un nuevo lenguaje. Creó un nuevo enfoque de la espiritualidad para Dwapara Yuga, abierto y libre de cualquier contexto religioso específico. Aquí hay algunas palabras y frases que acuñó, adaptó o usó de nuevas formas:
Conciencia Crística: la presencia vibratoria subyacente en toda la creación que refleja la presencia tranquila e inmóvil de Dios más allá de la creación. Es esta conciencia unitiva con la que Jesucristo y todas las almas iluminadas se identifican y a la que debemos aspirar.
Madre Divina: un término íntimo para Dios como una madre cósmica y amada, porque como dijo Yoganandaji, “La madre está más cerca que el padre”.
La ciencia de la religión: el título del primer libro de Yoganandaji, publicado en 1920, que muestra que la religión puede ir más allá de la mera creencia a una aplicación práctica y comprobable.
La Era de la Energía: una descripción de nuestra era actual de Dwapara Yuga, que expresa el entendimiento de que la energía es la realidad subyacente de la materia.
Lifetrons ( trones de vida): un término descriptivo para prana, la fuerza vital omnipresente presente en toda la creación.
Ejercicios de Energetización: un sistema de ejercicios que trabaja con trones de vida para recargar nuestros cuerpos y mentes con energía cósmica.
Alegría siempre existente, siempre consciente, siempre nueva: una reformulación de la descripción tradicional india de Dios como Satchidananda: “existencia, conciencia, bienaventuranza”. “Alegría siempre nueva” es una descripción de la “dicha” que es fácil de entender.
El arte de vivir: una frase utilizada por primera vez por Yogananda en su gira de conferencias por América en la década de 1920. Describe cómo vivir con conciencia para lograr la felicidad, el equilibrio y el éxito en la vida. (Posteriormente, otros grupos espirituales han usado este término, pero se originó con el Maestro).
Colonias de la hermandad mundial: su término para lo que él llamó “el patrón social para el futuro”, basado en “una vida sencilla y un pensamiento elevado”. Dijo que con el tiempo estas colonias “se extenderían como la pólvora”. Ananda Village y sus comunidades hermanas son los primeros ejemplos vivos de su concepto.
Estos son solo algunos ejemplos del “nuevo lenguaje” que creó Yoganandaji, cuyo impacto ayudará a definir la búsqueda de Dios ahora y en el futuro. Él, como Shakespeare, fue un gran poeta. Terminaré con las primeras líneas de su poema, “The Noble New” (El nuevo Noble):
Canta canciones que nadie ha cantado
Piensa pensamientos que en el cerebro nunca han sonado
Camina por sendas que nadie ha pisado,
Llora lágrimas como nadie ha derramado por Dios. . .
Con alegría por el don de una nueva visión,
Nayaswami Devi
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