En los últimos años ha habido muchos libros y videos de personas que hantenido experiencias cercanas a la muerte. De hecho, aproximadamente una de
cada cinco personas que regresan de una muerte clínica (a menudo en una mesa de operaciones) han tenido una experiencia profunda, incluso que
cambia la vida.

Paramhansa Yogananda ha explicado el proceso de morir: Cuando el corazón comienza a entumecerse, hay una sensación de asfixia porque sin la acción del
corazón, los pulmones no pueden funcionar. Esta sensación de asfixia es un poco dolorosa durante solo uno o tres segundos, pero debido a que las almas
se reencarnan muchas veces, conservan el recuerdo de esta dolorosa sensación de asfixia. Este recuerdo causa miedo a la muerte.

Durante este sentimiento de asfixia, los apegos a las posesiones y a los seres queridos a veces vienen a la mente con fuerza, y hay una lucha por recuperar
el aliento. En este momento, una revisión condensada de todas las acciones buenas y malas de esta vida tiene lugar en la mente de la persona moribunda.
Los sentidos del tacto, el gusto, el olfato, la vista y el oído se desvanecen sucesivamente, siendo el sentido del oído el último en irse.

En Autobiografía de un yogui, Sri Yukteswar describe el mundo astral con gran detalle. Pero a veces es más fácil relacionarse con los relatos de personas
normales que tienen poco conocimiento de las enseñanzas espirituales. Recientemente me enteré de tal relato: la experiencia cercana a la muerte de
una joven que tuvo una terrible colisión frontal y terminó muriendo durante una operación. Mientras estaba fuera de su cuerpo, tuvo algunas ideas
profundas que nos ayudan a ver cómo las actitudes y hábitos arraigados nos mantienen atados. Aquí hay algunas conclusiones importantes:
Escuchó las oraciones silenciosas de su madre, su tía y otros. Sintiendo
la tristeza en esas oraciones, casi quería regresar. (Comentario: A veces
nos preguntamos si la oración es efectiva, pero las almas de aquellos
por quienes oramos son ayudadas, a veces profundamente).
 Una luz hizo señas. La luz era tan increíble; Nunca había sentido un
amor como ese: el amor de una madre, el amor romántico, nada podía
compararse. En su revisión de vida, sintió que Dios y los ángeles no la
juzgaron negativamente por las cosas que había hecho, aunque estaban

tristes por algunas de las decisiones que había tomado. Solo querían lo
mejor para ella.
 El pasado y el futuro brillaron ante ella. No fueron los principales eventos
o relaciones en su vida los que se enfatizaron, sino más bien sus
interacciones con personas que habían desempeñado pequeños
papeles. Sintió lo que era estar en el extremo receptor de sus acciones y
aprendió el impacto que había tenido en los demás.
 Vio que la elección principal que debería haber hecho era ser buena
consigo misma, atesorarse, tratarse a sí misma con compasión. Aunque
fue difícil para ella ver los errores que había cometido en la vida, la
experiencia general fue inmensamente alegre.

Es esclarecedor ver que las pequeñas decisiones que tomamos en la vida
pueden tener efectos profundos en el viaje de nuestra vida. Pero las grandes
lecciones provienen de verdades simples: Como dice esta mujer: El amor es
todo lo que importa; es todo lo que llevamos con nosotros cuando vamos.
Swami Kriyananda nos enseñó otra verdad simple: Sean amables unos con
otros en el camino. La vida puede ser alegre o triste dependiendo de si
hacemos de nuestros pequeños actos cotidianos uno de amor y bondad. El
tapiz de nuestra vida se tejerá a partir de mil pequeños hilos. Es bueno
recordar el consejo de Paramhansa Yogananda: Los minutos son más
importantes que los años.

Con amor
Nayaswami Jyotish