9 de Julio de 2021

Acabamos de recibir noticias de que un amigo en India, Ashok Baba Kulkarni, está a punto de dejar su cuerpo. Lo hemos considerado un amigo y una inspiración a pesar de que lo conocimos a él y a su esposa Daya, solo unas pocas veces. En cada ocasión, nos obsequiaba con historias de su tiempo con su gurú, Ananda Moyi Ma. Ashok Baba no tenía una gran misión pública, pero para mí representa el tesoro más verdadero de la India: esas almas profundamente espirituales que llevan la luz de Dios e iluminan el mundo que las rodea a su paso.

Hace unos años nos contó una historia fascinante que nos ha inspirado e instruido profundamente. Él y su esposa estaban muy unidos a Ananda Moyi Ma, y ella a menudo les pedía que la acompañaran en sus viajes. Una vez, un pequeño grupo se estaba quedando en un área muy remota. A Ashok le tocó hacer las compras diarias, no era una pequeña hazaña, ya que requería una caminata de diez kilómetros hasta la pequeña aldea más cercana, y un viaje de regreso con las compras, que junto con sus otras tareas le llevaba todo el día.

Como parte de su sadhana, Ma le había dado instrucciones para que hiciera una gran cantidad de repeticiones de un mantra sagrado. Mi recuerdo es que eran 108 malas, que son casi 12.000 repeticiones diarias. Un día,Ma le preguntó si estaba haciendo su mantra, y él respondió que lo repetía constantemente mientras caminaba hacia y desde el mercado.

Su respuesta lo sorprendió. Ella dijo: “No, esto no es lo suficientemente bueno. En su lugar, debes repetirlos durante la meditación, para que puedas concentrarte profundamente “. Otro miembro del grupo salió en su defensa y dijo: “Pero Ma, eso le llevaría toda la noche”. Ma se encogió de hombros y no dijo nada más.

Esa noche, cuando regresó a su pequeña cabaña, le contó a su esposa sobre la conversación y le dijo: “Empecemos mañana por la noche”. Su respuesta (una reprimenda al indeciso que todos llevamos dentro) fue: “¿Por qué esperar? Debemos empezar esta noche”. Y esa noche, hicieron su meditación y mantra y se quedaron sin dormir. A la noche siguiente hicieron lo mismo, ahora sin dormir durante dos días. Y así continuó durante todo un mes.

Ashok concluyó la historia diciendo: “Fue un verdadero milagro. Nunca dormimos durante todo un mes y, sin embargo, estábamos llenos de energía y alegría. Nunca hubiera creído que algo así fuera posible si no lo hubiera experimentado yo mismo “.

Al reflexionar sobre esta historia, me impresionó la fe y el coraje que debió haber requerido. Podía imaginarme a mí mismo siguiendo la petición de mi gurú la primera noche. Pero piensa en la segunda y tercera noche: eso debe haber requerido un tipo especial de fe y coraje. Su sintonía por sí sola tenía que sostenerlos hasta que fueran capaces de experimentar la gracia de su gurú sustentando sus esfuerzos.

Rezo para que la vida de Ashok sea una inspiración para que todos desarrollemos ese tipo de fe y coraje. Que nos ayude a dar un paso más allá de lo que consideramos nuestros límites. Al hacer esto, nos expandiremos hacia nuestra naturaleza del alma, que nunca duerme y no tiene límites.

A la luz de Dios

Nayaswami Jyotish

PD Mientras escribo esto, faltan cuatro días para que se publique el blog. Hoy, nuestro calendario diario de pasajes de Autobiografía de un yogui cita un pasaje que tomé como la bendición de Yogananda. Al describir su primer encuentro con Ananda Moyi Ma, Yogananda escribió: “Había visto instantáneamente que la santa estaba en un estado elevado de samadhi. Totalmente ajena a su atuendo exterior como mujer, se conocía a sí misma como el alma inmutable; desde ese plano, saludaba con alegría a otro devoto de Dios “. Sospecho que ahora se está preparando para saludar a su amado discípulo, Ashok.