28 de Abril de 2023

Hoy se cumple el quincuagésimo sexto aniversario de conocer a Swami Kriyananda en 1967. Llamé a la puerta de su apartamento en San Francisco poco después de leer Autobiografía de un yogui, y él me dio la bienvenida no sólo a su hogar, sino también a su vida. Si bien las lecciones que aprendí en el camino son demasiadas para enumerarlas, me gustaría compartir algunas de las más importantes contigo.

LAS PERSONAS SON MÁS IMPORTANTES QUE LAS COSAS: después de presentarnos, dijo: “Estoy trabajando en un proyecto. ¿Te gustaría ayudar?” Necesitaba ayuda con un correo y, naturalmente, acepté. A lo largo de los años, a menudo bromeaba diciendo que no sabía que
el proyecto continuaría más de medio siglo después. Sin embargo, finalmente me di cuenta de que el proyecto nunca se trataba de enviar correos, ni siquiera de ayudar con Ananda. El verdadero proyecto era yo. El trabajo principal de Swamiji no fue escribir, dar conferencias o construir comunidades. Fue la tarea más difícil y sutil de guiarme a mí y a muchos otros en el viaje de la autotransformación. Los proyectos fueron sólo la rueda en la que afinamos nuestra conciencia.

Di SÍ A LA VIDA: Este fue el título del primer álbum de Swamiji y un tema importante de su vida. Su habilidad para decir “sí” era contagiosa y mágica. Recuerdo el día que convenció a un pequeño grupo de nosotros para alquilar una mansión de cuarenta y cuatro habitaciones para un ashram en un barrio de lujo de San Francisco. A medida que describía las posibilidades, la gente pasó gradualmente de un estado de conmoción ante la mera idea a una aceptación a regañadientes y, finalmente, a una discusión ansiosa sobre el uso de cada habitación. El prototipo de comunidades de ciudad nació ese día. Swami entendió que actuar con entusiasmo permite que el poder del universo amplifique nuestro esfuerzo propio.

LA ALEGRÍA ES LA SOLUCIÓN, NO LA RECOMPENSA: un error común es obsesionarse con la meta, creyendo que la felicidad es el premio por el logro. Swamiji, sin embargo, nos enseñó a trabajar con alegría, a disfrutar el viaje, no sólo el destino. De lo contrario, nos convertimos en viajeros sedientos que caminan penosamente por un desierto árido, sedientos de un oasis. La solución de Swamiji: llevar una cantimplora llena de alegría líquida en el camino.

LA AMISTAD DIVINA ES EL AMOR DE DIOS EN ACCIÓN: Swamiji rara vez criticaba a alguien. En cambio, nos colmó de bondad y apoyo, ayudándonos a superar nuestras limitaciones. Puso el listón lo suficientemente alto como para desafiarnos, pero nunca tan alto como para que no pudiéramos alcanzarlo. Paramhansa Yogananda dijo: “Si haces una centésima parte de lo que te pido, lo lograrás”.

EL OBJETIVO DE LA VIDA ES DISOLVER EL EGO: Swami nos recordó que la vida es una búsqueda del Infinito. La sintonía, el servicio al gurú y el ofrecimiento de uno mismo son formas de lograr este objetivo. A menudo decía: “Cuando muera, quiero que me conozcan simplemente como un buen discípulo”.

El final del viaje para ti y para mí es que no hay tú ni yo. En ese sentido, me gustaría compartir este hermoso y apropiado poema de Khalil Gibran:

MIEDO

Se dice que antes de entrar en el mar un río tiembla de miedo.
El mira hacia atrás en el camino que ha recorrido,
desde las cumbres de las montañas,
el largo y sinuoso camino que atraviesa bosques y pueblos.

Y frente a el,
el ve un océano tan vasto,
que entrar ahi
parece nada más que desaparecer para siempre.

Pero no hay otra manera.
El río no puede volver atrás.

Nadie puede volver atrás.
Volver atrás es imposible en la existencia.

El río necesita correr el riesgo.
de entrar en el océano
porque sólo así desaparecerá el miedo,
porque ahí es donde el río sabrá
no se trata de desaparecer en el océano,
sino de convertirse en el océano.

Mientras reflexiono sobre mi largo y sinuoso camino, estoy infinitamente agradecido de haber tenido a Swami Kriyananda caminando a mi lado. Y él todavía está allí, siempre guiándome hacia el océano del Espíritu.

En agradecimiento,

Nayaswami Jyotish