17 de Junio de 2022
La anciana yacía en la cama gravemente enferma y con gran dolor. Para su hija, que estaba brindando atención amorosa, ver el sufrimiento físico de su madre fue difícil de soportar. Aún más difícil, sin embargo, fue ver su angustia mental. Ella seguía repitiendo: “Debo tener muy mal karma para estar en tal dolor. Dios debe estar muy disgustado conmigo”.
Buscando orientación, la hija le preguntó a una amiga nuestra qué podía decir para consolar a su madre. Él le respondió: “Dile que no hay mal karma. Sólo hay buen karma, porque todo viene a llevarnos hacia Dios”.
Cuando leyó la carta a su madre, la anciana dijo: “¿Es así? Entonces todo está bien. Lo tendré en cuenta en todo momento”. Esas pocas palabras tranquilizadoras hicieron una gran diferencia para ella. Pudo permanecer tranquila a pesar de su sufrimiento, y poco después, abandonó pacíficamente su cuerpo.
Cuando llegan circunstancias adversas, podemos sentirnos abrumados o incluso derrotados por la idea de que estamos siendo castigados a través de nuestro mal karma. Recuerde que hay dos principios relacionados que Dios ha puesto en juego para ayudarnos a avanzar hacia la libertad: el Libre Albedrío y la Ley del Karma.
Con el libre albedrío, todos tienen la capacidad de tomar decisiones sobre su vida: qué acciones tomar, qué valores expresar o qué objetivos por los que esforzarse. El libre albedrío es el regalo de Dios para ayudar a expandir nuestra conciencia, pero este regalo no está exento de su precio. La matrícula que pagamos por tomar nuestras propias decisiones en la Escuela de la Vida se rige por la ley del karma.
Cada acción que tomamos deja una impresión en nuestra conciencia, que nos atrae exactamente el tipo de energía que hemos presentado. Esta respuesta recíproca del karma no se da en castigo o juicio, sino que es simplemente el mecanismo a través del cual podemos continuar nuestro viaje hacia una mayor comprensión.
En realidad, no hay mal karma, sino solo el proceso de aprender de nuestras acciones y ajustarlas para traer una mayor felicidad. Esto no significa que podamos evitar el sufrimiento si hemos vivido fuera de sintonía con las leyes de Dios, pero tampoco debemos pensar en el karma “malo” como una condenación.
Piénsalo de esta manera: si has vivido un estilo de vida poco saludable con una dieta deficiente, sin ejercicio y hábitos autoindulgentes, cuando te miras en un espejo es posible que no estés satisfecho con lo que ves. Por otro lado, si has seguido los principios de buena salud expresados a través de la dieta, el ejercicio y el autocontrol, verás a una persona radiante reflejada en ti.
Ninguna de estas reflexiones representa quién eres realmente. Simplemente reflejan las decisiones pasadas que has tomado. Puedes cambiar estas elecciones, y su resultado (tu karma), a medida que creces en tu comprensión de las leyes que gobiernan la creación.
Aquí hay cinco maneras en que podemos superar el karma de las acciones incorrectas pasadas, dadas por Paramhansa Yogananda.
Servicio a los demás
Las malas tendencias kármicas pueden superarse no concentrándose en ellas, sino desarrollando sus buenas tendencias opuestas. Es por eso que el servicio es tan importante. Al servir a los demás, automáticamente desvías esa energía que quiere llevarte en direcciones equivocadas y egoístas.
Usa tu fuerza de voluntad
“En la India ha habido demasiado énfasis en el karma. ‘ ¡Karma! ¡Karma!’, lloran. “Es mi karma. ¡No puedo hacer nada al respecto!’ ¡Absurdo! El karma es simplemente acción. Todo lo que se ha hecho se puede deshacer con la misma certeza”.
Afronta tus pruebas con valentía
Al trabajar el karma, mientras le tengas miedo, no serás completamente libre. El karma se resuelve mejor cumpliendo con cada prueba que viene, y aceptando valientemente cualquier dificultad.
Usa la meditación para trabajar el karmaCada vez que meditas, tu karma disminuye, porque tu energía se enfoca en el cerebro y cambia los viejos patrones kármicos. Después de cada meditación profunda, te volverás más libre por dentro.
La ayuda del Gurú
“El karma se mitiga en gran medida con la ayuda del gurú. El gurú ve tu karma y sabe lo que necesitas hacer para salir de él. Él también asume gran parte de tu carga kármica. . . . Tal es el valor inestimable de la ayuda del gurú. Sin un gurú, el camino espiritual es como tratar de caminar en arenas movedizas cuando hay una carretera pavimentada cerca que va en la misma dirección”.
Que camines por el camino que conduce a la libertad de todo karma.
Hacia ese objetivo,
Nayaswami Devi
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