Después de más de un mes y medio en el mar, el Ciudad de Sparta, el primer barco que salió de la India después de la Primera Guerra Mundial, atracó en el puerto de Boston. A bordo iba un indio de veintisiete años, Mukunda Lal Ghosh. Para los funcionarios de inmigración que estaban revisando los papeles de los pasajeros ese día, probablemente se veía nada destacable: no muy alto ni imponente físicamente, con solo $ 500 en el bolsillo y sin amigos en Estados Unidos.

Fue un agradable día de otoño mientras se dirigía a una habitación en el YMCA. No estaba familiarizado con las prácticas estadounidenses, que cuando comió por primera vez en una cafetería de autoservicio, tuvo que observar a los demás residentes para descubrir que ningún camarero se acercaría a su mesa. Levantarse a buscar su propia comida en la fila de la cafeteria, fue una experiencia novedosa para él.

Excepto por su discurso en el Congreso de Liberales Religiosos sobre “La ciencia de la religión” dos semanas después de su llegada, sus primeros meses en Estados Unidos también fueron relativamente nada destacables,considerando la historia de fondo. Ésta era la gran alma que había sido elegida por Cristo y Babaji, entrenada en las más elevadas prácticas y enseñanzas del yoga y destinada a ser la precursora de la nueva era de Dwapara Yuga.

Como un tren que cobra impulso, su apariencia corriente comenzó a cambiar y su destino comenzó a acelerarse. Empezaron a llegar invitaciones esporádicas para dar charlas y el tamaño de las audiencias siguió creciendo, hasta que en pocos años se convertiría en uno de los oradores más populares de todo el país. También comenzó a dar clases, a menudo una conferencia gratuita seguida de una serie de doce clases que cubren muchas de las mismas técnicas básicas que Ananda continúa enseñando cien años después.

Aquellos primeros años estuvieron llenos de lucha. “Experimenté problemas de todo tipo y pasé por períodos de mayor pobreza”, diría más tarde. Pero gradualmente, sus giras por el país, se hicieron muy conocidas y fue recibido con multitudes que solo estaban de pie. En 1925 pudo adquirir una casa permanente, Mt. Washington Estates en Los Ángeles.

Pero su popularidad era secundaria a su verdadera misión y su verdadero poder, que solo unos pocos podían reconocer. Él era un canal para lo Divino. En encarnaciones anteriores, había dejado de tener una voluntad individual impulsada por el ego. Como dijo, “Maté a Yogananda hace mucho tiempo. Nadie habita en este templo del cuerpo ahora sino Dios ”. Fue este poder divino, en sintonía con la voluntad de Dios, el que estaba destinado a cambiar Occidente.

Su magnetismo atrajo a discípulos sinceros, que hicieron posible difundir las enseñanzas de la antigua India a los santos potenciales en América, que había visto en una visión mientras estaba en la India muchos años antes. Quizás la cúspide de su mission, llegó con la publicación de Autobiografia de un Yogi en 1946. Este libro, ha llegado a muchos millones y ha cambiado innumerables vidas, incluida la mía, y quizás la tuya también, querido lector.

¿Qué podemos ver ahora, mirando hacia atrás al siglo pasado desde que llegó Yogananda? Ahora, el suyo es un nombre familiar, conocido por prácticamente todos los estudiantes de yoga. Millones de personas meditan a diario y practican las enseñanzas que él presentó. Los expertos medicos, no solo aceptan la meditación como válida, sino que un estudio reciente de la Universidad de Harvard, demuestra que los cambios cerebrales positivos mensurables, se producen rápidamente, a las seis semanas de comenzar a meditar.

Lo más importante es que millones de personas en todo el mundo, han encontrado una nueva forma de conectarse personalmente con Dios a través de las enseñanzas de Yogananda y su camino de Kriya Yoga. En los cien años transcurridos desde su llegada a Boston, Yogananda ha generado una revolución que tendrá efectos, quizás, más amplios y más duraderos que la Revolución Americana de 1776. Él es verdaderamente el camino de la lluvia para una Nueva Era.

En profunda gratitud a mi Gurú,

Nayaswami Jyotish

P.D: Hace algunos años escribí un Toque de luz llamado “Siete enseñanzas revolucionarias de Paramhansa Yogananda”, que da una visión más profunda de sus enseñanzas.