Uno de los conceptos más difíciles de comprender para la mayoría de la gente es que no logramos la realización del Ser, sino que nos relajamos en ella. Estamos constantemente bombardeados con el mensaje de que el éxito depende de hacer un gran esfuerzo. Si bien esto suele ser cierto para el éxito mundano, es lo opuesto para el logro espiritual. Una vez Swami Kriyananda, un poco frustrado con el ritmo de su progreso espiritual, le preguntó a Paramhansa Yogananda: “¿No me estoy esforzando lo suficiente?” Yogananda respondió: “Te estás esforzando demasiado. Estás usando demasiada fuerza de voluntad. Te pones nervioso. Solo mantente relajado y natural “.

Lo que esto significa para aquellos de nosotros que meditamos es que nuestro éxito dependerá de la liberación, no de la adquisición. En última instancia, necesitamos liberar esos sentimientos y pensamientos que fortalecen el ego y simplemente hundirnos en nuestra verdadera naturaleza del alma.

La relajación gozosa es a menudo el mejor camino incluso en las actividades mundanas. Cuando Devi y yo estábamos comenzando el primer gran ashram de Ananda en San Francisco, disfrutamos corriendo y participamos en la famosa carrera de la ciudad “Bay to Breakers” (Bahia de los rompedores ). En un parque cercano a nosotros había una clínica de corredores, los sábados abierta a cualquiera que quisiera asistir. El instructor, que había sido un famoso entrenador de atletismo universitario, contó una historia esclarecedora sobre su cambio de carrera.

Dijo: “Como entrenador universitario, tenía varios atletas de nivel olímpico de clase mundial en el equipo. Entonces, un día, un grupo de bibliotecarias de la universidad me preguntó si podía entrenarlas. Finalmente, cediendo a su perseverancia, les dije que corrieran por la pista con un esfuerzo moderado. Estaban encantadas con su éxito y durante las próximas semanas, mientras seguían pidiendo mi consejo, se formó un vínculo agradable entre nosotros.

“Entonces reconocí algo que cambió el curso de mi vida. Los bibliotecarios siempre estaban felices, positivos y divertidos. Mis corredores de clase mundial, por otro lado, solían estar molestos y enojados por algo. Quizás habían sido superados en una carrera o no lograron establecer su mejor marca personal por una décima de segundo. Un día, una bombilla se encendió en mi cerebro: me di cuenta de que estaba entrenando al tipo de personas equivocado. Terminé dejando mi trabajo y el estrés que lo acompañaba. Ahora entreno a corredores que solo quieren divertirse, y mi vida también se ha vuelto divertida ”.

Nuestras meditaciones deberían parecerse más a carreras divertidas que a competiciones. Cuando simplemente observamos la respiración y nos relajamos, la fuerza vital se retira de forma natural. Swami Kriyananda ha definido la meditación como “escuchar”. El único esfuerzo que debemos hacer es concentrarnos y relajarnos. Nuestra concentración debe ser intensa, pero no tensa. Si hacemos eso, Dios se encargará del resto. Puede tomar tiempo superar las tendencias y el karma del pasado, pero al final, si somos sinceros en nuestro deseo por Dios, Él debe responder.

Yogananda dijo: “No te sientas mal si te encuentras demasiado inquieto para meditar profundamente. La calma llegará con el tiempo, si practicas con regularidad. Nunca aceptes la idea de que la meditación no es para ti. Recuerda, la calma es tu naturaleza eterna y verdadera “.

Con alegría,

Nayaswami Jyotish