6 de Agosto de 2021

¿En qué estas trabajando? ¿Qué no funciona? ¿Y si…?

Un encantador instructor de pintura utiliza estas tres preguntas como parte de su proceso artístico. Cuando está haciendo un boceto para una nueva pintura, mira su primer intento y mantiene las cosas que están funcionando, cambia las que no y pregunta “¿Qué pasa si hice esto en su lugar?” Repite el proceso una y otra vez hasta que finalmente la pintura está terminada.

Hay algunas cualidades interesantes en estas tres preguntas. Primero, funcionan en todas las escalas. Puedes preguntarlas sobre un pequeño boceto y puedes preguntarlas sobre la sociedad en su conjunto. Funcionan igualmente bien a escala atómica y cósmica.

Sin embargo, es más efectivo concentrarse en aquellas áreas que realmente puede cambiar. Un boceto lo puedes cambiar. Un problema nacional, no tanto. Puede evitar mucho malestar emocional y estrés al no preocuparse por aquellas cosas sobre las que no tienes absolutamente ningún control.

Otra cualidad de estas tres preguntas es que pueden aplicarse a cualquier área de nuestra vida, desde la más mundana hasta la espiritual más elevada. Aquí hay algunas ideas sobre cómo podemos hacer eso.

En lo Físico: Empieza por nuestro entorno. Debido al hábito, la inercia o la falta de conciencia, a menudo vivimos con cosas que no son ideales, incluso problemáticas. Tómate cinco minutos para hacer este ejercicio. Mira la habitación en la que te encuentras mientras lees esto y hazte estas tres preguntas: ¿qué funciona ?, ¿qué no ?, y ¿y si…? Tal vez necesites tirar algunas cosas a la basura, mover un mueble o quitar algo que no pertenece a la habitación. Si es rápido, házlo ahora. Luego haz una lista de “cosas por hacer” para las cosas más importantes que se pueden mejorar. Más adelante, tómate un tiempo para aplicar el mismo proceso no solo a otras habitaciones de tu casa, sino también a tu dieta, ejercicio, sueño y otros aspectos de la vida  en el plano físico.

Mental / Emocional: Podemos entrar en patrones habituales de pensamiento y reacción que nos derriban. Nuestro entorno mental / emocional puede abordarse de la misma manera que nuestro espacio físico. Piensa en sus patrones, especialmente en aquellas áreas que son dolorosas o difíciles, y házte las tres preguntas. Algunos hábitos y actitudes deben tirarse a la basura, otros deben eliminarse de su espacio mental actual y colocarse en un estante para trabajar en ellos más tarde. Recuerda, desea trabajar en las cosas que puedes cambiar, en lugar de en cómo los demás necesitan transformarse.

Espiritual: Observa las cosas que puedes mejorar, como los hábitos de meditación, el uso de técnicas, actitudes y devoción. Sin embargo, ten en cuenta que el progreso espiritual ocurre en muchos niveles y en su propio tiempo.

Puedes terminar con bastantes cosas que deseas cambiar, pero no intentes actuar en consecuencia todas a la vez o disminuirá tu entusiasmo. El lienzo de tu vida es un gran proyecto. Una cosa que he aprendido con la pintura es tomar solo un área pequeña a la vez. No puedo cambiar todo a la vez, incluso en un lienzo pequeño.

También es muy importante mantener las cosas en perspectiva y celebrar todas las cosas que están funcionando. El cambio es parte del proceso. ¡Disfrútalo!

Paramhansa Yogananda ha escrito: “El autoanálisis es el método más grande de progreso. Sin el, el hombre se convierte en una máquina viviente.

Cada mañana está determinado por cada hoy. ¿Alguna vez contaste tus facultades o mediste tu fuerza? ” Swami Kriyananda sugiere: “Todas las noches antes de dormir, repasa el día para ver cómo te fue en el campo de batalla de la vida”.

Intenta hacer esto con las tres preguntas, “¿Qué funcionó? ¿Qué no? ¿Y si?” Poco a poco irás mejorando hasta que tu lienzo esté terminado y puedas ponerlo en un marco y dárselo a Dios.

Con amor y alegría,

Nayaswami Jyotish