17 de Febrero de 2023

Es bueno celebrar acontecimientos dignos de mención, y éste es uno de esos hitos. ¡Estás leyendo el blog número quinientos! Escribir quinientos seguidos no siempre ha sido fácil ni cómodo, pero compartir un Toque de Luz ha sido una de las mayores bendiciones de nuestras vidas.

Esta semana también marca otra larga tradición. Estamos a punto de terminar el Retiro de Renovación Interior, un acontecimiento anual que dura décadas y que está diseñado para despertar y revitalizar nuestro compromiso espiritual. El tema de este año, “Vivir en la luz de Dios”, abarcó cuatro pilares del camino espiritual: sadhana, servicio, autoofrenda y sintonización.
Las clases grabadas estarán disponibles en breve, pero para los miles de personas de todo el mundo que no pudieron asistir, permítanme recapitular algunos de los puntos más importantes de las tres sesiones que Devi y yo impartimos durante la semana.

Día 1, Sadhana: Hablamos de aumentar la luz interior a través de la sadhana, especialmente la meditación. La mente consciente, limitada por los sentidos, está mal equipada para reconocer nuestra naturaleza espiritual oculta. El propósito de la sadhana es despertarnos en la superconciencia. Pero para lograrlo debemos retirar la fuerza vital del cuerpo y de los sentidos, de modo que podamos ver nuestra verdadera realidad tras los flecos de una mente inquieta. “Estad quietos y conoced que yo soy Dios”.

Hicimos una divertida demostración de magnetismo, ilustrando que, al igual que nuestra realidad espiritual, muchas fuerzas de la naturaleza están ocultas para nosotros.

Día 2, Seva: Paramhansa Yogananda definió su camino como una combinación de meditación y servicio. En esta clase discutimos trece principios diferentes de servicio extraídos de un libro mío de próxima aparición. He aquí algunos que te darán una idea del tema, y algo sobre lo que meditar.

Seva es un medio para disolver el ego. Somos canales para que la Divinidad sirva a través de nosotros.
La actitud con la que servimos es más importante que lo que hacemos.

Servir con voluntad, alegría y entusiasmo aumenta la energía y el magnetismo.
Ofrece los frutos del servicio a la Divinidad de quien provienen.

Día 3, Auto-ofrenda: La gente suele abordar este tema por el lado equivocado. Piensan en el ofrecimiento de sí mismos en términos de cosas a las que deben renunciar. Visto así, la ofrenda de sí mismo parece una negación de sí mismo.
Hay una encantadora historia real sobre un intercambio que tuvo Yogananda con un famoso actor de Hollywood, Herb Jeffries, que era un seguidor.

El actor dijo: “La religión no deja de decirme: ‘No debes hacer esto, no debes hacer aquello’. No me interesa lo que no debo hacer. Quiero saber lo que puedo hacer”.

Yogananda respondió: “¿Fumas?”. “Sí”, dijo el actor. Para su sorpresa, Yogananda dijo: “Puede continuar”.

A continuación, el Maestro preguntó: “¿Bebes alcohol?”. “Sí, me gusta beber”, respondió el actor. De nuevo, el Maestro dijo: “Puede continuar”.

Entonces Yogananda preguntó: “¿Disfrutas de la compañía de las mujeres?”. “¡Sí! De hecho, sí”. Y de nuevo: “Puede continuar”.

Herb, aliviado pero confuso, miró a Yogananda con curiosidad. El Maestro concluyó: “Puedes hacer todas estas cosas, pero tengo que advertirte que si aceptas mis enseñanzas, el deseo de hacerlas desaparecerá.”

He aquí, pues, la esencia del ofrecimiento: Todo lo que podemos ofrecer son deseos y apegos limitantes. No podemos dar a Dios nuestras posesiones reales, como no podemos dar nuestra cuenta bancaria al sol. Dios nunca tomará nada de nosotros hasta que se lo ofrezcamos voluntariamente. Pero Él espera amorosamente la hora en que nos demos cuenta de que todos esos deseos, posesiones y actitudes a los que nos aferramos tan ferozmente son las mismas cosas que obstruyen nuestra verdadera felicidad.

El objetivo de la vida y de toda práctica espiritual es disolver el ego. Todo lo que Dios quiere de nosotros es nuestro amor, que le ofrecemos a través del sadhana, el servicio, la autoofrenda y la sintonización con el gurú.

Como dice Yogananda, “Aquellos que están inmersos en la conciencia del cuerpo son como extraños en una tierra extranjera. Nuestro país natal es la Omnipresencia”. Y: “El propósito de la vida humana es encontrar a Dios. Esa es la única razón de nuestra existencia. El trabajo, los amigos, los intereses materiales… estas cosas en sí mismas no significan nada. Nunca podrán proporcionarte la verdadera felicidad, por la sencilla razón de que ninguna de ellas, en sí misma, es completa. Sólo Dios lo abarca todo”.

Cada semana terminamos nuestro servicio dominical con estas palabras del Festival de la Luz de Swami Kriyananda:

Señor, ofrecemos la poca luz que hay en nosotros
A Tu luz resplandeciente del Infinito.
Concédenos la gracia de conocerte.
Y haznos cada vez más
Canales puros de Tu amor para todos.

Que todos nos fundamos en esa luz y dicha infinitas.

En la luz,

Nayaswami Jyotish